Frente este suceso, un representante de la compañía tailandesa ha aducido que el CPSC "ha tergiversado el propósito y la función de sus modelos", que no pueden equipararse o analizarse teniendo en cuenta los criterios de evaluación que acostumbran a usarse con los extintores de incendios. Una vez dentro del rango es precisa una energía para iniciar la reacción que se conoce como energía mínima de ignición (EMI). Estos consisten en puntos de suministro de agua estratégicamente ubicados en edificios, fábricas o espacios públicos, conectados a una red de cañerías y mangueras que dejan una rápida y eficaz contestación ante un incendio. Esta energía no sería precisa si la temperatura fuese tan elevada que se alcanzase la temperatura de autoignición. Los incendios son uno de los catastrofes naturales mucho más temidos por la humanidad. De ahí que las recomendaciones ante una fuga de gas de no prender ni apagar luces, ni utilizar el móvil... Deseamos proteger nuestros bosques, pero no entendemos que a fin de que sobrevivan deben evolucionar, no pueden ser iguales para siempre. En cualquier caso, ambos son compatibles y sugiere su empleo combinado en el momento de combatir las llamas. Las decisiones que tomemos no pueden estar dirigidas a resguardar los bosques de ayer. Debemos defendernos de los incendios, emissãO Avcb debemos apagar todos los incendios, debemos luchar contra todos los incendios. Los tutoriales en RV para impedir o extinguir incendios son idóneas pues dejan que los estudiantes practiquen en ambientes sumamente realistas, pero sin ponerse en riesgo. Ocasionando daños materiales y, en ocasiones, pérdidas humanas, es importante tener sistemas de prevención y extinción eficaces para realizar frente a este género de emergencias.
Somos conservadores pues deseamos preservar todo como está y respondemos a los inconvenientes, como el de los incendios, con una actitud defensiva. Además de estos gases primarios, a lo largo de la combustión de diferentes tipos de fuego se liberan otras substancias químicas y elementos peligrosos en menor cantidad.
El sodio, el magnesio y el potasio son los metales incendiables mucho más típicos, pero hay otros. El gas natural, el butano, el propano, el acetileno, el metano y, en definitiva, los gases ricos en hidrocarburos pueden combustionar en esta clase de fuego.
En el caso de incendio, es fundamental contar con proyectos de evacuación claros y bien comunicados. Su composición atrapa los radicales libres en el desarrollo de combustión y rompe la reacción química en cadena.
CLASE B: METANOL Y ETANOL
Uno de los sistemas más utilizados hoy en dia son los sistemas de extinción semifijos. El fuego de clase C es aquel que se produce por la combustión de materiales comburentes gaseosos. Contamos así el "tetraedro del fuego" un concepto que ingresó Walter Haessler en 1961 tras múltiples ensayos realizados por Arthur Guise. Otras causas primordiales de incendio son los aparatos generadores de calor (estufas, braseros, chimeneas...), la electricidad (sobrecargas, cortocircuitos, falta de mantenimiento, mal uso...) y los despistes con el fuego (velas, cigarros...).
La extinción de especies es el desarrollo por el que desaparecen todos y cada uno de los integrantes de una especie o grupo de seres vivos. En general, es un proceso natural de la evolución, por la que van surgiendo nuevas especies y desapareciendo otras, que por norma general, no tienen la capacidad de adaptarse a los cambios de su forma de vida o son alejadas por nuevos competidores. Que el fuego continúe es dependiente de que se produzca lo que se conoce como reacción en cadena que sería el cuarto eslabón del fuego. O sea, el material que combustiona y se prende es un gas, siendo estos los mucho más peligrosos, pues pueden ocasionar explosiones. Pueden ocurrir accidentes con ellos al usarlos en espacios cerrados en tanto que se puede lograr una cantidad suficiente de mezcla y al conseguir un punto de ignición se genera una explosión. Los empleados no saben cómo accionar y uno de ellos echa un cubo de agua empeorando la situación al producir una gran llamarada. En 1997, las 17 plantas del hotel de gran lujo Royal Jomtien Resort, a unos 100 km al sur de Bangkok, fueron pasto de las llamas. Tras la explosión de una bombona de gas propano, el incendio se extendió de forma rápida y se mantuvo activo a lo largo de 12 horas, con un balance de 91 muertos y cuando menos 63 heridos. Los trabajadores han de estar capacitados para contestar seguramente y eficiente, siguiendo los protocolos establecidos y utilizando las salidas de emergencia designadas. Uno de los presentes a lo largo de la catástrofe fue Phanawatnan Kaimart y a raíz de esa experiencia decidió trabajar en el diseño y fabricación de una opción alternativa más rápida, versátil y simple de usar que los extintores. En conjunto, más de 430 profesionales se darán cita hasta el jueves próximo en Santa Colomba de Somoza (León) para entrenar su respuesta frente a una situación de simultaneidad de enormes incendios forestales. Cada rociador tiene un fusible térmico que se rompe a una temperatura específica, abriendo el rociador y liberando agua. Bastante precaución con los botes de spray que contienen estos gases como propelentes. Un ejemplo ocurrió en la Red social Valenciana con un trabajador herido tras una explosión en un baño.
Son especialmente útiles en lugares donde se desaconseja el uso de rociadores de agua, como pueden ser las salas de archivo o los armarios eléctricos. Ante el avance del cambio climático, los incendios queman cada vez más masa forestal. Esto genera, a su vez, entornos más secos y poco a poco más propicios para la ocurrencia de estos devastadores acontecimientos. Todo lo mencionado, sin contar la gran cantidad de causas que causan incendios dentro de las ciudades como son accidentes automovilísticos, fugas de gas y otros muchos, los cuales son bastante peligrosos para la sociedad, la urbanización y la gente que estén cerca.
Estos sistemas llevan agua a las áreas perjudicadas a través de una red de tuberías y rociadores. En el momento en que se ha iniciado el fuego, este puede proseguir o puede apagarse, sobre todo en fuegos de sólidos como la madera. Las condiciones climáticas como la temperatura, la agilidad y dirección del viento, el nivel de humedad en el suelo y la atmósfera y la duración de los periodos secos no solo causan sino que asimismo complican la extinción de los incendios forestales.